sábado, 28 de junio de 2014

EEUU y Rusia: dos modelos o cosmovisiones para el futuro

Luis Palacios Bañuelos - Nociones básicas - Bibliografía básica

El siguiente artículo apareció en el suplemento La Razón de la Historia del diario español La Razón, el sábado 28 de junio de 2014, como parte de un dossier dedicado al centenario de la Primera Guerra Mundial: 

Página de prensa. Haga click en la imagen para verla con mayor resolución.

Luis PALACIOS BAÑUELOS
Catedrático de la URJC

Rusia y Estados Unidos confluyen en la Gran Guerra que se convierte en mundial cuando EE UU decide entrar en el conflicto. ¿Anuncian ya su condición de futuras potencias mundiales? La verdad es que la Primera Guerra Mundial sería una guerra entre capitalistas, lo que propició la oportunidad para que emergiera el primer Estado comunista del mundo. Y capitalismo y comunismo serán dos cosmovisiones que pronto intentarán dominar el mundo.

Una serie de hechos culminan en la Gran Guerra. En 1900, la mayor parte del mundo se había convertido política y legalmente en una prolongación de Europa; el mundo era eurocéntrico. El imperialismo (deudor a la revolución industrial) se encuentra en su apogeo aunque el resurgimiento de los nacionalismos debilita el programa universalista de los imperios. Hay un verdadero delirio imperialista y la Gran Guerra es la expresión orgánica de ese delirio. Una serie de nuevos fenómenos tienen una cierta dimensión mundial: el incremento de la población; las doctrinas socialistas, que se plasman en organizaciones como sindicatos y partidos políticos, impulsarán la primera revolución social, otorgando un papel relevante a la clase obrera; la economía funciona en un circuito planetario; la participación ciudadana va ganando terreno en la Europa más desarrollada que habla de democracia; muchos de los grandes avances científicos y tecnológicos cambiarán las vidas de las gentes, etc. 

Política imperialista
Todos los países desarrollados buscaron su política imperialista. El imperio ruso era la potencia terrestre más extensa del mundo. Los nuevos imperios coloniales son el alemán, el norteamericano y el japonés. El primero es el de menor duración (1884-1919) y está casi todo él en África. El de los Estados Unidos de América –que denominó a sus posesiones territorios y no colonias– fue formado tras la guerra de 1898 del imperio español e integrado por Filipinas, Puerto Rico, Guam e Islas Vírgenes, compradas a Dinamarca en 1917. El imperio japonés que, tras derrotar a China en 1894-5 y a Rusia en 1904-5, se anexionó Corea en 1910 (en 1919 las islas alemanas al norte del ecuador pasarían a ser territorios bajo mandato japonés). La guerra se convirtió en la tumba de los cuatro grandes imperios: el otomano, el alemán, el austro-húngaro y el ruso desaparecieron.  
En el año 1917 la situación bélica, a la que no se le ve el final, ha hecho crisis. Todos se preguntaban para qué había que proseguir una lucha tan cruel e inútil. Las propuestas de paz comenzaron a no parecer tan absurdas. El Presidente Wilson propondrá la concordia, una «paz sin victoria», igual que el Papa Benedicto XV, pero sin éxito. Y se piensa en la guerra a ultranza como única forma de poner fin al conflicto. 

La Gran Guerra fue el factor desencadenante que llevaría a la desarticulación de la Rusia zarista –el zarismo era una revolución anunciada– y a la implantación, bajo el liderazgo de Lenin, del nuevo sistema bolchevique: la clase obrera toma el poder en sus manos; el primer decreto aprobado es el de la Paz sin anexiones y el segundo, la tierra a manos del pueblo. La revolución, que para los bolcheviques supone el renacimiento de Rusia,  será ejemplo para todas las naciones. Pronto se llamarían Partido Comunista. El 5 de enero de 1918 Rusia es proclamada República Democrática Federal. Y en marzo de 1919 se funda la III Internacional, Internacional comunista o Komintern. Mientras, de 1918 a 1920 Rusia sufrirá una Guerra Civil. Y a pesar de todo el Imperio ruso lograría recuperarse dos décadas después.


Propaganda para incitar a la compra de bonos

Estados Unidos, fieles a su política de no intervención, proclaman su neutralidad,  lo que no impedirá su solidaridad económica y financiera con la Entente. Especialmente Francia y Gran Bretaña habían obtenido de los Estados Unidos créditos bancarios por un importe de cerca de 2.000 millones de dólares a finales de 1916. Todo el comercio de Estados Unidos-Entente debía hacerse por mar y el bloqueo británico y la guerra submarina alemana hacían peligroso el tráfico por el Atlántico. De ahí que Wilson se convirtiera en el defensor de la libertad de los mares. Las protestas americanas se hicieron duras tras el hundimiento de los trasatlánticos «Lusitania» y «Sussex» y llevaron al presidente Wilson a plantear un ultimátum a Alemania en 1916. La vuelta a la guerra submarina a ultranza por parte alemana en febrero de 1917 será el hecho que decida a los Estados Unidos a entrar en guerra. La defección rusa en marzo de 1917 da a Alemania los medios para una victoria decisiva y al depurar a la Entente de su elemento antidemocrático identificaba su ideología a la de Wilson. Estados Unidos entró en el conflicto como «asociados» –no aliados– únicamente por la búsqueda de una paz justa que suprima para siempre las causas de nuevas guerras. El 8 de enero de 1918 presenta su plan –los «catorce puntos»– que intentan eliminar todas las causas objetivas que habían llevado al conflicto.

¿Qué queda? La revolución bolchevique afectará no solo el desarrollo de la guerra, sino también a la historia mundial predicando el nuevo comunismo. Los planteamientos wilsonianos hablan de democracia y defienden un sistema  capitalista. A partir de entonces dos sistemas políticos, económicos y sociales, que responden a dos cosmovisiones bien distintas, pugnarán entre sí por extender su influencia en el mundo: el marxismo y el capitalismo. En poco tiempo ambos países son grandes potencias que nuclean la geopolítica mundial.


La Razón, 28-VI-2014, suplemento La Razón de la Historia,
«EEUU y Rusia: dos modelos o cosmovisiones para el futuro», p.7


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El lector interesado en la participación en la guerra de Estados Unidos, tanto en líneas generales como en su dimensión económica, tiene disponibles en este blog dos artículos: Estados Unidos y la Guerra Mundial y Economía y guerra en los Estados Unidos. Si el lector está interesado en la propaganda de guerra, puede consultar el último artículo citado o Propaganda durante la guerra.



IH - Junio de 2014

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